PUNTERAZO - UN BUEN FUTBOL
- Oscar Torres - @osrotoso
- 21 jun 2017
- 2 Min. de lectura

Tras el dos por uno que le dio la victoria a México frente a Nueva Zelanda, la única realidad es clara, muy triste la actuación del equipo en su segunda participación en la Copa Confederaciones.
Una vez más, un error defensivo que le costó el primero a México, situación que en el segundo tiempo se trató de componer con algunos cambios. Ya en el complemento, se mostró una mejor cara en la que se pisó el área rival y logró encontraron el gol en un par de jugadas, sin contar todas las que se fallaron que realmente fueron opciones claras. Este equipo presentó individualidades que le afectaron a México en el marcador.
Pero vamos al epicentro del desaprecio a Osorio por parte de muchos aficionados y periodistas. Y aquí vamos a mencionar el nombre del responsable, Miguel Herrera. El personaje que se encargó y del que se encargaron llegará a colocarse como la figura pública número uno del país, mientras estaba al frente del cuadro nacional. ¿Cómo lo hicieron? Sencillo, con comerciales, patrocinios, haciéndolo protagonista en programas y un sinfín de cosas que lo fueron colocando en la cúspide de la popularidad.
Esa misma popularidad que fue sembrando en el aficionado una “necesidad” de ver al entrenador de México haciendo todo, menos hablando de futbol. ¿O ya se olvida la forma, miserable, en que se ganó la Copa Oro, esa que dio la calificación a esta Confederaciones?
No hay pretexto, se jugó muy mal, se rescató una terrible actuación y no, no me atrevería a poner en duda las rotaciones, cosa que en los medios se ha dicho en su contra, para que todos los borregos insistan en que esa es la barrera que impide un buen trabajo de México. Pero es muy fácil, si la prensa no está contenta, la afición no lo estará; si la prensa le aplaude al DT, la afición dirá que es el mejor del mundo.
Y vamos a un ejemplo muy claro. Miguel Herrera agredió a un periodista, muchos se pronuncian aún a su favor. Hoy, otros además de estar sorprendidos por la reacción de Juan Carlos en el partido, están enfadados porque esas “no son actitudes de un seleccionador nacional”. Sigo insistiendo, pareciera que Osorio no tiene la culpa, sino su nacionalidad, su pecado, no ser mexicano. Si Juan Carlos llegó a esta desesperación, es porque reconoce la presión que hay tras un mal resultado ante un rival como el que enfrentó.
Pero volvamos al partido de hoy. Cuando haya que criticar se tiene que hacer y hoy, Osorio pecó de confiado, los jugadores hicieron lo mismo, y aunque se ganó, no se puede repetir esta situación, la siguiente ronda enfrentas al local y si avanzas, seguramente verás a los alemanes o a los chilenos, por tanto, el colombiano tendrá que analizar estos partidos, muy a fondo, lo hace, siempre, pero para esta ocasión, tendrá que hacerlo como nunca antes, para presentar un buen trabajo.
Sí, hoy la Selección ha decepcionado, ha mostrado una pobreza y también demuestra que las individualidades le cuestan goles al conjunto mexicano.
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