¡Adiós Vaquero! Verón se despide de Pumas

Verano de 2003. Después de secar a la ofensiva de Pumas en la Copa Libertadores recibe llamadas desde Ciudad Universitaria. Decide aceptarlos sin saber que su aventura por México durará 14 años.

Se ha hecho oficial: Darío Verón ha dejado de ser jugador de Pumas y jugará en su natal Paraguay. A su derecha está Héctor Egea, el primer Auxiliar Técnico en verlo Campeón. A su izquierda Rodrigo Ares de la Praga y Juan Francisco Palencia. Es el Presidente del Club Universidad quien anuncia la salida de Darío.

Antes de avisar del destino -que intencionalmente o no se da en medio del murmullo de representantes de los medios de comunicación- del paraguayo aclara: "no hubo ningún tipo de diferencias con la directiva". Posteriormente anuncia que cuando el jugador así lo requiera habrá un partido homenaje.

Darío muestra un semblante serio, casi ido. Se percibe humedad en su mirada. No cae alguna lágrima, pero tras expresar que se trata de un día "muy difícil", aclara que siente ganas de llorar. También coincide con su ex jefe: "no hubo diferencias de ningún tipo. Somos una familia, nos llevamos súper bien".

Al final agradece al Presidente y a su entrenador. Segundos más tarde a la afición que durante varios años lo hizo uno de sus consentidos. El resto del plantel se acerca para despedirlo mientras porta una playera con el rostro del defensor celebrando. Al extremo izquierdo de la mesa Juan Francisco Palencia guarda silencio.