Adiós Calderón.. Adiós

Ayer parecía que muchos queríamos parar el tiempo, e incluso pareciera que el mismo domingo hubiese querido parar el tiempo.

Quizás con este pensamiento y miles de sentimientos encontrados el día de ayer llegaron al Estadio Vicente Calderón miles de aficionados que fin de semana, tras fin de semana llevan animando a su equipo sobre los cimientos de un lugar que ha sido testigo de momentos inolvidables. Un lugar Testigo de ver como se derramaban lágrimas de dolor en la derrota y aún más lágrimas de emoción con la victoria.

Ayer, el cielo de Madrid amaneció gris y con un tono triste, parecía que la misma Madrid tenia en cuenta que se aproximaba el "adiós" a un lugar que forma parte de su historia, pero ayer se resistió a llorar de una forma valiente y admirable.

¿Y sabéis porque no lo hizo? porque sabía que ya había llorado, y mucho, sobre todo hace unos días, cuando a pesar de la derrota en la Champions ante el Real Madrid, ninguno de los allí presentes derramó una sola lágrima por perder de nueva cuenta contra su gran rival. Las lágrimas de Madrid y el Calderón ese día se mezclaron con las sonrisas de los que se sentían orgullosos de su equipo y su afición en la ultima noche del Vicente Calderón en Europa.

Pero, ayer era diferente. Ayer, el resultado no importaba. Ayer, el cielo tenía que dejar que las únicas lágrimas que cayeran sobre la que ha sido la casa de muchos fin de semana tras fin de semana o durante los últimos 50 años, fueran las lágrimas de esos corazones que han latido al son de las miles de emociones que ahí dentro se han vivido.

Ayer el Estadio Vicente Calderón vibro con un sin fin de sentimientos, por que unió la pena con la melancolía, el pasado con el presente y la tristeza con la alegría.

El domingo 21 de Mayo del 2017 todos los que estuvimos presentes en ese estadio con una gran historia, eramos conscientes de que íbamos a presenciar el último partido en el que veríamos esas gradas teñidas de barbiblanco, unas gradas que ayer fueron más rojiblancas que nunca.

Ayer, seguramente fue duro abandonar el estadio para todos aquellos que lo vieron crecer y lo hicieron parte de su vida, hoy todos aquellos vivieron momentos únicos, serán testigos de como poco a poco se irán apagando sus luces, para entregarle la responsabilidad de cuidar a un equipo que se caracteriza por tener un gran corazón, el día de ayer el calderón arropo a su equipo antes de entregarlo a su sucesor "El Estadio Wanda metropolitano".

Estoy segura que nadie quería pasar por última vez por esos pasillos que llevan a su butaca habitual, todas las fotos que se hicieran serían pocas, pero llevarían consigo un recuerdo y pasarían a ser uno tantos momentos memorables. Me atrevo a afirmar que nadie quería escuchar el ultimo pitido que mercaría el final del partido, pero se grito, sé celebro cada gol como si fuera el ultimo... pero sobre todo sé canto el himno de una manera especial, con el único fin posiblemente de que cuando en ese terreno ya no existan gradas, ni césped, se sigan escuchando las estrofas y un #AupaAtleti por todo lo alto.

El domingo 22 de Mayo del 2017 a las 5:15 pm, la única cosa que se sentía, pero sobre todo se observaba cada que se miraba a un aficionado colchonero: Eran esas ganas de parar el tiempo.

Hasta siempre Vicente Calderón.